jueves, 22 de abril de 2010

¿Límites o limitaciones?


Hace más de 10 años comencé a estudiar pintura. Fue así como tuve frente a mí una revelación, no podía salirme de los límites del bastidor.

Había creado ilusoriamente un marco, un perímetro, un límite alrededor de mi primera obra que no me permitía expandirme.  Desde ese momento, nunca mas pinte un cuadro con limites, es mas, si miras alguna de mis modestas obras, todas salpican, se salen de cuadro, se expresan, esa era la idea, “expresar”.

¿Cuántos límites armamos en lo abstracto?  ¿Cuánto nos estructuramos en lo desestructurado?  ¿Los límites nos apegan a una limitación?
Existen límites instaurados, otros calificados, algunos otros aceptados y muchos repudiados.  Ellos ya existen.  Otros límites son adaptados, resignificados y personalizados.  Ellos también existen.
Si estamos frente a límites ya existentes, por que no liberarnos sin delimitar el “sano” sentir.

Ni vivir al límite ni vivir limitado, ni una ni otra, ni blanco ni negro sino el tan buscado término medio.
¿Y si no nos limitamos y vivimos?

Cuando de expresar se trata, elijo salirme de los bordes, no escatimar en pinturas y ser libre.

Cualquier similitud con la realidad es una pura coincidencia!

lunes, 19 de abril de 2010

¡Pare de sufrir!
(O al menos sepa que no hubo otra opción posible para zafarse)

Hacer click al grupo de fans de “Lo que el viento se llevo” y rechazar las solicitudes de "Pretty woman", parecen un simple atractivo cinéfilo pero encarnan en una zona mucho más íntima y menos consciente.

A veces se esta mas preparado para un no, para el rechazo, para el fracaso.  Uno conoce como lidiar con esto.  Paradójicamente es mas complejo estar preparado para el si, ahí el camino no es tan conocido ni tan planeada la actitud ante el triunfo.

Imagino al destino como un “all inclusive” de alegrías, frustraciones, amores, triunfos y dolores con adicionales que invitan al desafío de intentarlo.
Cuantas historias reales escuchaste de cuentos mágicos, de sueños concretados, de amores unidos a pesar de todo.  ¿Si ellos pudieron, si ellos triunfaron, que te lo impediría a vos mas que vos mismo?


Una brillante opción seria empezar a creer que también te puede pasar, que te lo mereces, q la magia existe para vos.  Un desafío mas que aceptable, mas que intenso, mas que positivo!

Cualquier similitud con la realidad es una pura coincidencia!

martes, 13 de abril de 2010

"1000 gestos 1000 palabras"

¿Un gesto dice más que mil palabras?  Desplegando el gran abanico de personalidades podemos clasificar caprichosamente dos ramas antagónicas, la primera, condecorada por los que dicen todo con sus gestos y la segunda con los que pueden disimularlo sin problema. Quienes pertenecen a la primera rama, brotan desde su emoción y es tal su transparencia que “se les nota”.  Son esas personas que cuando algo o alguien no les gusta no tienen necesidad de decirlo y les es imposible ocultarlo.
Los de la segunda rama, tal vez mejores improvisadores, pueden sentir una cosa y demostrar otra.
No seria atinado ignorar a una tercera rama, tibia, a la que ni un gesto ni una palabra la modifica ni la conmueve como para disimular, admitir o acompañar.  Esta es la rama del desinterés.

Volviendo al interrogante inicial y no yéndome por las ramas, cuando de gestos se trata, nos encontramos con la histórica mano levantada que para colectivos, taxis, pide la cuenta, un cortadito o se agita apurándote. Cuando de gestos se trata, una caricia, un abrazo, un beso apasionado, un tiron de pelos, movilizan.
Pero cuando de palabras se trata, no nos quedamos sin nada por contar, porque las palabras marcan, invitan a la reflexión, ordenan, ayudan, juzgan, sensibilizan, alegran y un mundo de sensaciones que proponen con su decir.

Tal vez sea erróneo aceptar la implícita y discreta rivalidad “gestos vrs palabras” otorgándoles una autonomía soberbia.  El gesto y la palabra toman forma y color cuando provienen de alguien y la manera en que se hacen escuchar, sentir, entender, aceptar o rechazar también depende de ese alguien y del alguien que esta enfrente, emisor y receptor.

El gesto como la palabra viven enlazados con la historia, el momento, la intensidad, la química y eso, los deja al descubierto frente a la subjetividad.

Que la historia me juzgue si me equivoco pero en esta oportunidad mi voto no elige un gesto o una palabra. Un gesto dice más que 1000 palabras banales o insensatas.  Una palabra dice más que un gesto sin ser sentido.  No es necesario enaltecer una por sobre otra aunque muchas veces parezca una necesidad innata, blanco o negro, día o noche, sol o lluvia, palabras o gestos.

Yo quiero el gesto acompañado de la palabra, quiero la palabra que induce al gesto y el gesto que remata con una frase.

Cualquier similitud con la realidad es una pura coincidencia!

jueves, 8 de abril de 2010

"Protagonista o de reparto"

Ser protagonista de tu historia, dejar de tener una actuación de reparto y encabezar la escena. Una buena premisa para desmarañar y volver a tejer, convencidos que es el sweater que querremos llevar este invierno.

Hay actores para cada papel, pero todos tenemos aptitudes para pasar el casting y protagonizar, al menos algunas veces en nuestra vida. 
Quizás mas simple resulta aconsejar, opinar y si, juzgar, a otros.  Con la cantidad de horas de telenovelas o de comedias románticas que tenemos encima, seguro se te ocurren millones de opciones para apuntar, cual apuntador a tu amiga enamorada del vecino once años menor, a tu compañero de trabajo que acaba de separarse y a la que por duodécima vez volvió con su pareja. 


Frases hechas y otras no tanto vienen a vos cual libreto aprendido de memoria, “dale tiempo”, “mejor solo que mal acompañado”, “En el amor no hay edad”, “donde hubo fuego…”, y podríamos seguir citando y creando nuevas, porque ser el actor de reparto, pareciera ser mas fácil.

Cuando no estamos “jugando en la escena”, es decir, no somos los protagonistas de esa vida, de esa historia, podemos ver con claridad lo que sucede.
¿Será porque el actor de reparto es quien escucha esas confidencias que salen de nuestra boca, las cuales muchas veces ni nosotros escuchamos?  ¿Será porque cuando buscas ayudar al otro lo haces parándote en su problema y cuando lo haces para con vos, el pasado y el futuro te juegan tantas pasadas que tiñen el presente, haciéndolo nebuloso, difícil de transitar, con reglas viales especificas y condicionantes?

Dejar de ser actor de reparto, aumentar el cachet y las horas de grabación, pero ser protagonista.  Ponerte al hombro la historia o menos cansador aun, abrazarla.  Ni contrafigura, ni participación especial, mucho menos extra, ser protagonista.
El protagonista, vive con intensidad porque lo que le pasa, le pasa a él, no a otros.  Permanece bajo los efectos de la vulnerabilidad porque es su historia, son sus emociones, sus sentimientos, su vida.  No todo lo ve con claridad porque necesita de varios capítulos para poder ir escribiendo su destino. Esta rodeado de actores de reparto que en algunos casos le van a tirar una soga y en otros…no.  Tiene una contrafigura que generalmente quiere y busca ser “protagonista” y uno o mas deseos a los que intenta llegar.
Nadie dice que sea fácil, ni que la protagonista la pase genial, todo lo contrario pero solo uno puede saber realmente que desea y solo uno puede conocer que es capaz de hacer para lograrlo.  Si te animas a ser protagonista sensato de tu vida, seguramente vas a elegir lo mejor para ella y con ello, para vos, protagonista de tu vida.

Se protagonista paciente de tu historia, quien sufre, cree, ama, lucha y quien transita obstáculos aunque parezca que no avanzas porque al final, en el último capitulo, después de muchísimas escenas, vas a ver esos logros.

Fuera de todo ego, enemigo indiscutible de una buena relación con uno y con los otros, lograr protagonizar la historia, dejar de esquivarla, de pasarle por al lado, de dilatarla e ir pa frenchi seria una feliz conclusión para esta premisa.

Cualquier similitud con la realidad es una pura coincidencia!

sábado, 3 de abril de 2010

Tus gustos no cambian… ¿evolucionan?

El perfecto packaging de una botella de vino, llevaba grabado el slogan, “Tus gustos no cambian…evolucionan”  Esta afirmación, esta aseveración, fue el disparador de un bricolage mental, de un origami de ideas, de un macramé de sensaciones.

Podríamos filosofar al respecto, sobre si la evolución nos lleva de la mano a los cambios. Podríamos.
Podríamos también pensar que los años son evolución y con ella la manera de ver la vida. Podríamos.
Podríamos creer que a medida que vivimos, nos perfeccionamos. Podríamos.

Vivimos en la era en que los encendedores se quedan en casa y los celulares iluminan recitales.  ¿Si esto no es cambio por evolución, la evolución donde esta?  Hoy con tu teléfono podes ver televisión, jugar, chatear, mandar mails, mensajes, hacer cuentas, despertarte cada mañana, iluminar y además hablar.

¿Si esto no es cambio por evolución, la evolución donde esta?  ¿Donde esta?  ¡Por todos lados! Lo cual no garantiza que siempre nos acompañe, que siempre evolucionemos, que en todos los casos nos perfeccionemos y avancemos.

“Las chicas se emborrachan, bajate la bombacha” decía el ritmo de una canción en la noche porteña.  ¿La evolución donde esta?  ¿Esta en poder reírse de lo que estamos escuchando e intentar que no se repita?
Muchas veces los gustos evolucionan casi sin notarlo, por un mundo que para algunas cosas también lo hace.

¿Y con el amor? La conocida frase “Nos enamoramos del Che Guevara y después queremos que se afeite”. ¿Es quizás un fiel reflejo de enamorarnos de alguien y con el tiempo intentar que aquello que nos enamoro cambie?  ¿Eso también es cambios por evolución o es el pulir el contorno de una esencia que a pesar de los años, los cambios y con la evolución a cuestas, nos sigue gustando y la seguimos eligiendo?

Quizás podríamos pensar que cuando los años son evolución logramos una manera más feliz de vivir la vida. Podríamos.

Cualquier similitud con la realidad es una pura coincidencia!