Facebook: Mal de parejas
El contenido de este texto esta basado en historias, charlas y experiencias de hombres y mujeres, con edades distantes y profesiones variadas.
Sugerencia 1: Reírse, a todos nos paso!
Sugerencia 2: No compartir tu contraseña.
Sugerencia 3: Que la suerte te acompañe, porque el que busca, encuentra...
Me quiere no me quiere, me quiere no me quiere, me quiere. Ay, mira, como me había dicho, no me mintió, me quiere. Bueno, en realidad yo ya sabia que me quería pero como vi su Facebook, que se yo. Porque viste que en el inicio te aparecen las actividades recientes y el, había agregado a una mina. Ya se que todos los tipos agregan gatos al Facebook, sino fíjate, entra al perfil de alguno aleatoriamente y vas a encontrar mas mujeres que hombres. Ok ok, somos mas mujeres que hombres pero igual.
Así que me quiere. Yo le creo, solo que a veces digo, mmm, porque te aseguro, que el que busca encuentra y no siempre lo que quiere. Me vas a decir que nunca leíste sus mails mientras iba al baño. Nunca revisaste sus mensajes de texto pero te pusiste tan nerviosa que te olvidaste de mirar los eliminados. ¿Nunca? No te creo. Bueno, te creo, pero me parece raro.
Quizás el pobre actual paga las consecuencias de los anteriores, porque si mucho te mintieron mucho desconfías. ¿No? ¿No es una máxima? Entonces si no es por tu pasado, por que cuando te dice, mira tranquila, no tengo nada que esconder enseguida pensas que todo lo que tiene por esconder ya lo escondió y muy bien para que no puedas encontrarlo. ¿Que, soy yo? ¿A nadie le paso?
La verdad es que nosotras, muchas, casi todas, tenemos un sexto sentido, el cual mas de una vez odie. Ante todo la verdad pero ¿con que necesidad tengo que enterarme meses previos que algo esta por suceder cuando quizás todavía a el ni se le ocurrió? ¿Se lo voy a decir? ¿Y mira si me equivoque y ni lo había pensado, ahora con lo que le dije le estoy dando la idea? Las redes sociales no son un bien de pareja, no son compatibles. Prefiero enterarme que países recorre una vieja amiga del trabajo o conocer la cara del bebe que tuvo un familiar lejano a saber los nombres gatunos de las mujeres que agrega mi chico. Menos aun, leer algún ¿Nos conocemos? en su muro. ¡Nooo, no se conocen! O vos lo agregaste porque te gusto su foto, que aprovecho para contarte eligió la mejor que tenia porque no es tan lindo, o el, vio tu delantera despampanante al aire y se sintió interesado en ser tu amigo.
Y si sos una buena novia y en lugar de hacerte la ofendida y cranear millones de posibles historias sobre sus nuevas amigas, le preguntas:
¿Gordo, quien es Pamela “bebota” Lynch?
¡Créete la respuesta o no preguntes!
Posiblemente el va a decirte que no la conoce y vos vas a preguntar:
¿Gordo, si no la conoces para que la agregaste?
Y que respuesta esperas a esta pregunta, mejor que no diga nada, porque todo lo que diga te va a sonar raro. No esperes honestidad ante este panorama.
Además, como si desconfiar evitara algo, solo hace que pases el tiempo inquieta ante la opción de la mentira. ¿O evita?
Estoy a favor de la verdad, a favor del amor y a favor de eliminar de tu Facebook a todo novio/saliente/pareja/marido o similar.
Cualquier similitud con la realidad es una pura coincidencia!
¿Y si algunas ilusiones se basan en lo que vimos en otros y queremos para nosotros, necesitando readaptarlas en una nueva versión de esa ilusión? 
